Busqué a Jehová, y el me oyó y me libró de todos mis temores
Salmo 34: 4
Salmo 34: 4
Hay ocasiones en que nuestros temores se van transformando en una prisión donde quedan atrapadas nuestras emociones.
Tenemos temores de todo tipo; tememos sentir decepción ante nuestras expectativas que podrían no cumplirse, tenemos temor de que se repitan antiguas malas experiencias o sencillamente tememos sufrir.
De cualquier modo, vamos perdiendo lucidez, armonía
y paz espiritual.
y paz espiritual.
Busqué a Jehová, y el me oyó. El salmista nos enseña una gran lección de perseverancia y fe.
Busca donde sabe que obtendrá la respuesta que necesita, se lanza con toda el alma, se entrega por completo a la esperanza cierta en el Señor, Dios Todopoderoso.
Me libró de todos mis temores. Cuando entregamos en oración nuestros temores recibimos del Señor serenidad, paz, fe, convicción, alivio y libertad espiritual. Dones de amor que sólo Dios puede dar a quienes confían en Él.
¡Oh Señor, gracias por la libertad emocional que nos das!
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ BENDICIONES.¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡