¡Alabado sea el Señor!
¡Qué bueno es cantar alabanzas a
nuestro Dios!
¡Qué agradable y apropiado!
Salmo 147: 1
(BLA)
Este salmo 147 es una alabanza a Dios de principio a fin. Nos habla de Dios como el Creador del universo, que llama a las estrellas por sus nombres y se ocupa de toda su creación; exalta a Dios como el Libertador de su pueblo y nos dice que Dios ama a los humildes y sana a los quebrantados de corazón.
La alabanza es una expresión de amor y de gratitud por todo lo que recibimos del Señor. Pero el salmista agrega que es bueno cantar alabanzas a nuestro Dios. Me parece que alabar a Dios es bueno porque nos ayuda a situarnos en la real perspectiva de lo que somos, en nuestra naturaleza humana, frente a la grandeza, santidad y eternidad de Dios.
En otra versión dice: "porque suave y hermosa es la alabanza" es suave porque nace de la quietud del alma que reposa en su Señor y es hermosa porque recoge lo mejor, lo más puro y sagrado como ofrenda a nuestro Buen Dios.
Son muchos los salmos que nos invitan a alabar a Dios. Una y otra vez se nos dice claramente que debemos cantar y bendecir su nombre y lo hacemos voluntariamente, porque Él es eternamente digno de toda honra y alabanza, por su condición santa y sublime.
¡Alabado sea el Señor!
BENDICIONES. . . . . ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! !